Desde una perspectiva terapéutica y familiar
Cuando uno piensa en las madres, varias imágenes aparecen en la mente, desde recuerdos cálidos y amenos, de abrazos y jugueteo, hasta regaños y castigos por las conductas inapropiadas. También los consejos y la compañía manifestada en diferentes maneras dependiendo el momento de nuestra vida.
A lo largo de la historia las madres han tomado diferentes decisiones con relación a sus hijos, desde las que dan la vida por ellos o renuncian a ellos por amor.
Como dice un autor desconocido, jamás en la vida encontraréis ternura mejor, más profunda, más desinteresada ni verdadera que la de vuestra madre. De una madre aprendemos por observación y por experiencia las formas de conducirnos, guiarnos y relacionarnos con los demás partiendo de esa primera relación sostenida. |
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Cuando uno dice la palabra madre, piensa en que no hay ninguna persona que no haya sido hijo o cuidado por otra persona que cumplió dicha función para sobrevivir, por lo tanto el papel de madre es un rol importante en la sociedad. Al nacer, el ser humano por naturaleza es dependiente de los cuidados y atenciones que le facilite un adulto para que con el paso de los años y la formación adquirida pueda salir adelante por sus propias capacidades.
Con esto podemos entender por qué el papel o rol considerado por revisiones científicas como primordial y básico en la formación de los individuos es el de la madre.
Al nacer, el bebé es introducido a un mundo que fue formado anteriormente a su nacimiento, el cual se rige por un sistema de normas a las que tiene que ajustarse, trasmitir a las nuevas generaciones y que permanecerán después de su muerte. Es decir, en la inmersión de la persona a la sociedad se necesita de un adulto que introduzca al niño en ese mundo de símbolos y significados que maneja el lenguaje humano.
Es aquí, entonces, donde aparece el papel maternal, ya que por la relación tan estrecha que tiene, fisiológicamente hablando, desde el vientre materno con su hijo, esto le permite en los primeros años de infancia ir mostrándole al pequeño a conocer, entender y relacionarse a ese mundo en que acaba de nacer.
Desde la teoría del aprendizaje observacional de A. Bandura, la madre sería un modelo importante en la formación de los hijos. El lugar que ocupan las madres dentro del hogar ha variado desde el matriarcado hasta el patriarcado, pero independientemente de cuál sea en la mayoría de ocasiones se ha atribuido a las mujeres o género femenino las actividades de cuidar a los hijos, educarlos, llevarlos al colegio y ayudarlos en sus tareas escolares.
Aún hoy en día, a pesar que estas actividades son compartidas dentro del hogar, las mujeres son las únicas que reproductivamente pueden tener hijos. Como decía M. Ainsworth, las relaciones tempranas con los cuidadores, en este caso las madres, en los niños establecen vínculos que pueden ser seguros, ansiosos o evitativos. Lo importante de la teoría es que una madre es el primer modelo de relación con el exterior que el niño tiene y a partir del cual va ir modificando sus formas de interacción.
Podemos concluir, pensando que la madre junto con la familia es el primer grupo social al que pertenecemos. En el cual aprendemos por modelado conocimiento, valores y sentimientos que guiarán nuestra conducta a lo largo de nuestra vida.
Colaboración: Sayra Cardona Morán, investigadora de la Fundación Empresarios por la Educación de Guatemala.
Albert Bandura, pionero de la Escuela del Aprendizaje Social en el pensamiento psicológico. Actualmente integrante de la facultad de Psicología de la Universidad de Stanford, Estados Unidos. Referencia electrónica: .
Mary Ainsworth, psicóloga estadounidense que aportó mucho a las teorías del apego en el campo de la Psicología de la Personalidad. |